La iniciativa, “Residuo Cero” se ha desarrollado con éxito en 213 parcelas de 150 agricultores asociados en la Cooperativa
RAQUEL LÓPEZ
La base de la lucha biológica es simple: unos insectos se comen a otros. Sabiendo cuáles eliminan las plagas que afectan a los cultivos, pueden utilizarse para combatirlas eliminando el uso de pesticidas químicos. La Cooperativa Agrícola de Altea empezó, hace un año, el proyecto “Residuo Cero” para desarrollar y poner en práctica esa idea en 213 parcelas de cítricos de 150 agricultores. El resultado ha sido excepcional. Han conseguido mejores cultivos con menos costes, según afirmó ayer Eladio Aniorte, el presidente de Jóvenes Agricultores de Alicante (Asaja). De hecho, quieren hacerlo extensible al cien por cien de la superficie agraria alteana, pero para ello, necesitan fondos.
Para lograrlos los representantes de los agricultores alteanos, junto a Asaja, y profesores de la Universidad Politécnica de Valencia involucrados en el proyecto, presentaron ayer los resultados al director general de Investigación y Tecnología Animal del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, Manuel Láinez, para reclamar a Consellería una subvención que garantice la continuación del proyecto.
La inversión que necesitarían sería, según dio a conocer Francisco Devesa, presidente de la Cooperativa de Altea, de cerca de 50.000 euros, cifra equivalente al 50% del presupuesto total con el que han contado este año, y a través del cual no sólo los investigadores han podido realizar un seguimiento y estudio pormenorizado de los insectos utilizados para combatir las plagas, sino que la idea se ha podido difundir en distintos talleres del municipio. “La puesta en marcha es la parte que más costos necesita, ahora sería sólo poder contar con el dinero suficiente para que haya un seguimiento al control biológico, controlar lo que está pasando”.
El director del Instituto y representante del Consell no pudo dar una respuesta favorable en el acto sobre la concesión de las ayudas, si bien afirmó que “la Consellería ya trabaja en un proyecto más amplio para el que tiene asignados 500.000 euros, donde podríamos encajar éste, que nos parece muy interesante y más después de los buenos resultados obtenidos”. Láinez destacó que también deberán ser los consumidores los que demuestren ahora cómo valoran el cambio producido en la producción “frente a sobrecostes venideros”.
Por su parte, el técnico de la Cooperativa alteana Miquel Aznar añadió que el proyecto “Residuo Cero” constituye una alternativa para la coexistencia de la agricultora en territorio urbanizado. En este sentido recordó que el principal objetivo propuesto fue acabar con el uso de plaguicidas en las zonas urbanas próximas a viviendas, colegios y caminos.
Uso de 4 millones de insectos
El proyecto alteano se ha desarrollado gracias a la participación de los técnicos de la Fundación Biodiversidad de la Universidad Politécnica de Valencia. El profesor Rafael Laborda destacó ayer los excelentes resultados conseguidos en la lucha contra el piojo rojo de California, plaga que afecta a los cítricos de la zona, que ha sido combatida eficazmente con la suelta de 4 millones del insecto denominado “Aphytis melinos”. Con esa cifra, Laborda destacó la circunstancia de que el proyecto “no haya sido experimental, sino real, aplicado en 230 parcelas reales en una superficie total de 65 hectáreas”, con óptimos resultados en su gran mayoría. Además, analizaron la evolución de la plaga, y combatieron también ésta, en aquellas zonas donde el nuevo insecto no era eficaz con aceites vegetales (aplicados en 34 parcelas totales y en parte de otras 20). En todo caso, también apuntó que el seguimiento de la suelta ha revelado otras interacciones de otros insectos, y de ahí la importancia de poder seguir estudiando la evolución del proceso.
Fuente: Información
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