Hace pocos días podía leerse en la prensa gallega que se había desencadenado “una marea de solidaridad” por Servando Pérez Domínguez, ingresado en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS).
El ex profesor de Ciencias de la USC estaba entonces bajo el cuidado del equipo de Medicina Interna del CHUS por serios problemas de salud que se desencadenaron en 1998 a causa de un mal al que no se le encontraría sentido hasta siete años después: una intoxicación aguda de mercurio derivada de cuatro empastes dentales.
Ahora, sin embargo, Servando Pérez pide ayuda:
NOTA DE PRENSA
UN ENFERMO DIAGNOSTICADO DE INTOXICACIÓN CRÓNICA POR MERCURIO SE ATRINCHERA EN LOS SERVICIOS DE URGENCIA DEL CLÍNICO DE SANTIAGO DE COMPOSTELA HARTO DE QUE NO LE DEN UNA SOLUCIÓN A SU DOLENCIA.
PROFESIONALES DE LA SALUD Y REPRESENTANTES DE DIVERSOS COLECTIVOS DENUNCIAN EN UN DOCUMENTO EL GRAVE PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA QUE SE ESTÁ DETECTANDO EN ESPAÑA A RAÍZ DEL ABUSO DE PRODUCTOS TÓXICOS EN LA RUTINA COTIDIANA.
TAMBIÉN DENUNCIAN QUE ESTE TIPO DE ENFERMOS SE ENCUENTRAN DESATENDIDOS POR EL SISTEMA SANITARIO.
AHORA, 20 DE JULIO, LOS MÉDICOS DICEN QUE EL PROFESOR SERVANDO PÉREZ NO TIENE INTOXICACIÓN DE MERCURIO (COSA QUE YA SE DEMOSTRÓ HACE UNOS AÑOS Y EL JUEZ DECLARÓ QUE ERA ASÍ Y QUE EL HOSPITAL LE DEBÍA TRATAR SU INTOXICACIÓN (CON QUELACIÓN), SINO QUE TIENE UNA ENFERMEDAD PSIQUIÁTRICA. |
Servando Pérez Domínguez, de 42 años, profesor de Ciencias de la Educación en la USC y estudiante de Medicina, llegó en Urgencias del Hospital Clínico de Santiago de Compostela (CHUS) el pasado lunes dia 28 de junio por la noche con un cuadro severo de entumecimiento y dolor. Tras suministrarle analgésicos y antiinflamatorios, los médicos le indicaron que en el servicio ya no podían hacer más por él.
Desde hace cinco años, en que fue diagnosticado de intoxicación crónica por mercurio en este mismo centro hospitalario, Servando busca sin éxito un tratamiento que le alivie sus graves síntomas. Un facultativo del CHUS solicitó en 2007 que el paciente fuese tratado en una clínica privada de Marbella ya que el tratamiento que se está ofreciendo en los centros sanitarios públicos españoles para estas intoxicaciones es, o peligroso, o inadecuado. En similares términos se pronunció otro facultativo público del Centro de Saude Folgueiras-Calo, el 31 de mayo de 2010 indicando además que la primera fase del tratamiento debería ser realizada en Alemania.
Harto del calvario a que se ha visto abocado estos años por la falta de atención médica, esta vez, cuando le dieron el alta y le recomendaron que acudiese a su médico de cabecera para que me remitiese a un internista, decidió negarse a moverse del hospital hasta que no le den algún tipo de solución.
En su lucha por que se le reconozca la enfermedad y se le aplique el tratamiento adecuado, llevó su caso a la justicia y el año pasado el Juzgado de lo Social número 1 de Santiago le reconoció una incapacidad permanente absoluta. Es la única persona en España a la que se le ha aceptado esta incapacitación por la intoxicación derivada de amalgamas dentales.
Varias asociaciones y profesionales relacionados y concienciados respecto a la problemática de los enfermos ambientales se han unido a la protesta de Servando y han elaborado un escrito denunciando el grave problema de salud pública que se está detectando en nuestro país a consecuencia de los agentes tóxicos que empleamos en nuestra vida cotidiana.
Los firmantes también denuncian que, como es el caso de Servando Pérez, los enfermos ambientales afectados por el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple, Hidrargirismo, Electrohipersensibilidad, Síndrome de Fatiga Crónica, Fibromialgia y Afectados por Dimetilfumarato, Autismo, entre otros, se encuentran desatendidos o mal atendidos por el sistema sanitario.
Asimismo, solicitan al Gobierno español que se responsabilice de los gastos generados por estos tratamientos en el extranjero, mientras no se puedan aplicar en el Estado Español con todas las garantías sanitarias.
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