Por Charo R.
Una vez escuché que tardamos dos años en aprender a hablar… mas toda una vida en aprender a callar; esta es una idea que no puede ser tomada a la ligera, pues depende de lo que uno deba aprender a callar, pero, lo que sí es aún mas cierto es que es necesario aprender a escuchar, a veces no nos damos cuenta de lo que nos pretenden decir simplemente por el hecho de que no escuchamos, es tan difícil escuchar y ahí reside en multitud de ocasiones el despiste de que lo que se suelta por la boca es lo que se es… a veces actúo como receptor y me quedo paralizada atendiendo y cuando quiero resolver las cuestiones estas tienden a ser desarrolladas desde el punto de vista de la comprensión para poder dar lógica a la información recibida.
La vida es un camino, y éste solo resulta transitable haciendo, disfrutando y viviéndolo en cada instante, no es necesario perpetuarlo sino simplemente saborearlo como el instante que en ese momento es. El pasado es parte del aprendizaje y de las vivencias de las cuales también pueden ser consideradas en un determinado instante, más el pasado que nos ha hecho sufrir también debe ser respetado al igual que el que nos ha proporcionado satisfacción; todos ellos forman parte de lo que somos en este momento; son nuestras raíces a las que tenemos que volver para saber qué tipo de hábitos aprendimos cuando consideramos que algo no está bien y los hemos tomado como si fuesen nuestros y sabemos que no corresponden y son inútiles.
Hoy me siento reflexiva y traslado mis pensamientos al instante actual, a las cosas que deberían haber tenido solución y el porqué no he tomado medidas, mas nunca es tarde para ir creciendo. Una de nuestras imposiciones es que no debemos ignorar las leyes y decir que no nos son conocidas pues como parte integrantes de nuestro sistema social y político la ignorancia de nuestros deberes no nos inhibe como para que estos no sean cumplidos; es decir, en nosotros está el compromiso de ser conocedores de una cantidad de deberes que ni tan siquiera podríamos plantearnos que pudieran existir y la verdad es que me sorprendo de que realmente tengamos que saber de ellas; por ejemplo, yo ignoraba que podíamos coger manzanilla de un árbol silvestre pues está prohibido, que te multan por ello como también te multan si te cogen tomando de la madre naturaleza un palmito… Dios!
Nunca me ha gustado la política pues la considero muy agresiva, de hecho cuantas discusiones existen a consecuencia de ella, pero, el que no me guste no hace que me sienta mal por ser una ignorante de cada una de las ideologías que engloban cada una de ellas, mas yo siempre he pensado que de palabras están muy bien mas a la hora de ponerlas a la practica la corrupción del ser humano las destroza totalmente. El conocimiento no nos ofrece la sabiduría; pero, la sabiduría si nos puede ofrecer el conocimiento y la mayor sabiduría residen en el corazón de las personas; si actuáramos con el corazón cuantas cosas podríamos evitar. Al final de toda lucha sea a favor de la paz o en contra de la guerra, solo obtiene resultados positivos cuando el corazón del ser humano entra en participación. Hace un par de años analicé lo que saqué de positivo al ver la película “El corazón de la Tierra”, y fue que toda lucha es victoria cuando interviene el corazón de las personas. La revolución que tuvo lugar en nuestra tierra, en las minas de Río Tinto fue una auténtica victoria porque participaron los buenos sentimientos de la gente que trabajaba en ese lugar. Nosotros ciento y pico de años después somos incapaces de trasladar aquel sentimiento a nuestros tiempos actuales, en los que el mayor conocimiento cultural y las mas avanzadas técnicas no nos dejan apertura nuestras mentes porque cada vez parecemos tener los corazones mas cerrados; y todo esto debe ser movido por nuestros banales deseos de materialismo; hemos dejado destrozar nuestra maravillosa Huelva, nuestra salud, nuestra ría, nuestros campos, nuestras playas … todo ello por conseguir mayores beneficios económicos de una forma más rápida y a la vez tan minada.
Toda Huelva es un desastre ecológico; nos hemos cargado tanta hermosura. ¿Dónde están nuestros famosos pescaditos fritos de la costa? ¿En qué costa que no este contaminada? ¿Dónde nuestra agricultura que además de estar descuidando los sistemas de alteración de masivo crecimiento están plantados al lado de tantas fábricas que humean constantemente? ¿Cuántas enfermedades emergentes y que nos falsean no están relacionadas con nuestras chimeneas constantes? Y de nosotros los humanos, de animales a quien le corresponden nuestros cuidados? ¿Quién ama a quien si tenemos la osadía de decir que si no trabajamos en el polo químico como vamos a alimentar a nuestros hijos?. Se ha puesto de moda y es de total sentido común saber que somos lo que comemos… y supuestamente también lo que respiramos; si lo que comemos es mierda y además esta mierda está sembrada o sobreviviendo en aguas o ambiente contaminados ¿Qué comemos?¿Que respiramos?.
Se nos cae la baba cuando vemos la bendición de un precioso bebé, su inocencia y la responsabilidad del saber que su vida está en nuestras manos.Y hablamos de los derechos humanos de los menores ¿Qué derechos? Serán los del desamor, pues no es precisamente muestras de amor comprarles las mejores cosas que podemos adquirir en los mercados para que lo tengan todos, o vestirlos con las mejores ropas, o darles de comer en abundancia alimentos transgénicos…. Es tal la aberración que como darle forma a todo esto, todo es una contradicción, que sería de una planta que en vez de alimentarla con agua y también limpio le pusiéramos a pequeñas dosis arsénico, mercurio…. Como tenemos pululando diariamente en nuestro ambiente.
La caja de Pandora que cuenta la mitología griega se abrió; y según me narraron esta caja estaba llena de todas las maldades que forman parte de nuestra naturaleza y al abrirla todas ellas salieron fuera, mas al cerrarla se mantuvo algo que guardamos cada cual como un tesoro “ La esperanza “.
Mas ya está bien de callarnos la boca, de que nos manipulen a su antojo, de que con cobardía no luchemos por nuestras vidas y nuestros descendientes. Ah Claro! INTERESES ECONOMICOS ¡ “Démosle a nuestros hijos un lugar donde vivir y nuevos retos para una lucha mas justa”
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