La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que, mientras la nube de cenizas se mantenga en la parte alta de la atmósfera, ésta no supone un riesgo para las personas, según declaraciones de María Neira, directora de Salud Pública de la organización.
Neira indicó, no obstante, que si se produce una gran concentración de ceniza en las capas bajas de la atmósfera “las personas con enfermedades respiratorias como asma, enfisema o bronquitis pueden ser más susceptibles a la irritación”.
La OMS ha recomendado, no osbtante, que “como la concentración de ceniza puede variar de un país a otro, dependiendo del viento y de la temperatura del aire, nuestro consejo es que se escuche a los responsables locales de salud para orientarse mejor en los casos individuales”.
“Si la gente está en el exterior y nota irritación de su garganta o pulmones, problemas de nariz o picor de los ojos, debe regresar a lugares cerrados y limitar sus actividades fuera”, agregó Neira.
La cuarta parte de las partículas, peligrosas
El análisis de la ceniza procedente del volcán islandés que entró en erupción ha mostrado hasta ahora que un 25 por ciento de las partículas pueden ser peligrosas para la salud debido a su pequeño tamaño.
María Neira dijo que estas partículas de la nube de ceniza miden menos de 10 micrones, y estas “son las más peligrosas porque pueden penetrar profundamente en los pulmones”.
Este viernes, el portavoz de la OMS, Daniel Epstein, dijo que aún se estaba analizando el posible riesgo para la salud de esta nube volcánica, aunque ya adelantó que las personas con problemas respiratorios podrían verse afectadas si las cenizas descendían cerca de la superficie de la tierra.
Fuente: ABC.es
Últimos comentarios