El 1 de enero entró en vigor la nueva directiva sobre fitosanitarios y el reglamento de comercialización. Con el objetivo de mejorar el impacto de la agricultura en la salud humana y el medio ambiente, la normativa reduce un 50% los productos para combatir las plagas.
El Symposium Nacional de Sanidad Vegetal, organizado por el Colegio de Ingenieros de Andalucía Occidental, analizará del 27 al 29 de enero en Sevilla las consecuencias de la nueva situación, que afecta a cultivos como el arroz y el olivar al prohibirse las pulverizaciones aéreas. El presidente del congreso, Alejandro Rodríguez Barea, admite la “inquietud e intranquilidad” del sector ante lo costoso de las alternativas. Mabel Salinas, secretaria del Medio Rural, afirma que la directiva “no tiene en cuenta la especificidad de cada región” y aboga por un análisis cultivo por cultivo. “Aunque no hacemos una defensa acérrima de los fitosanitarios, no se puede eliminar el 50% de una vez”.
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