Esta es la dolorosa historia de Angelika. Esta vez no la mató la fibromialgia, la mató la sensibilidad química múltiple. Nos llega el texto en inglés desde la asociación alemana que preside Silvia Müller. Os rogamos que hagáis un esfuerzo por traducir este artículo con traductor automático, para conocer el nivel de deterioro al que se puede llegar a vivir en tan corto periodo de tiempo por padecer el síndrome de sensibilidad química múltiple. Una triste historia que no deberá repetirse JAMÁS.
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