Artículo original: Viva Huelva
Seis banderas negras y nueve puntos negros. Esa es la calificación que ha obtenido el litoral onubense dentro de la campaña que desde 1999 desarrolla la organización Ecologistas en Acción para denunciar aquellas playas o tramos de litoral que sufren vertidos contaminantes, agresiones urbanísticas o cualquiera otra actuación que ocasione una pérdida de calidad ambiental del litoral.
Entre esas seis banderas, los ecologistas vuelven a incluir la Ría de Huelva, haciendo nuevamente una llamada de atención sobre la situación de la Avenida Francisco Montenegro.
Según destacan en su informe, que se hizo público este miércoles, “ha pasado un año más sin que la Ría de Huelva pueda haber recuperado sus playas históricas”. No obstante, también hacen una lectura positiva, ya que “el cese de los vertidos de fosfoyesos es una buena noticia que abre una puerta a la recuperación ambiental de la ría”, pero pese a esto, “el paisaje de humo y residuos sigue mandando en una avenida en la que hay cada vez menos empleo pero persisten los venenos”.
Por ello, desde la organización apuntan que “con esta bandera negra seguimos reafirmando nuestros objetivos de recuperación de las playas históricas de La Gilda y la Punta del Sebo, destruidas tras la ocupación industrial en la dictadura franquista”.
Junto a esta bandera, la capital onubense también recibe un punto negro, impactos negativos pero de menor gravedad y “cuyos impactos son solucionables en algunos casos si se tiene voluntad para ello”.
Ecologistas en Acción se refiere a varias actuaciones en el espigón Juan Carlos I: “Primero fueron los depósitos de sedimentos procedentes del dragado de la ría, ahora las obras de la tubería procedente de la monoboya de Cepsa, pero lo cierto es que movimientos de arena, maquinaria pesada haciendo agujeros y vehículos a toda pastilla conforman una situación de auténtico acoso a las Marismas del Odiel”.
Matalascañas y Mazagón
Al margen de la capital, Ecologistas en Acción da sendas banderas negras a las playas de Matalascañas y Mazagón. En cuanto a la primera, la organización es especialmente crítica y resalta que “la pantalla de construcciones en primera línea junto al cada vez más deteriorado paseo marítimo limitan la circulación de la arena y generan una playa destruida”, a lo que añaden que “la situación de esta gigantesca urbanización que ocupa parte del sistema costero de Doñana, a cuyos acuíferos sigue hurtando el agua, es una vergüenza para el principal espacio protegido europeo”.
Por su parte, de Mazagón apuntan que la playa “sigue estando a merced de las grietas y roturas del colector de aguas residuales que discurre enterrado por la playa”. Además, lamentan que “la operación anual de regeneraciones con arena que desaparece en pocas horas de temporal es la imagen del despilfarro más sangrante que se pueda dar en época de crisis y recortes”.
Punta, El Portil y Ayamonte
La cuarta bandera negra es para la playa de Punta Umbría, de la que critican que cuenta con “una depuradora que cada vez funciona peor y unos dirigentes que se dedican a descatalogar monte público”. No obstante, se muestran esperanzados porque “el avance del PGOU intentan dar visos de legalidad a los intentos de privatización de la zona de la playa de La Bota”.
Ecologistas da su quinta bandera a El Portil, ya que “escenifica el acoso a la playa y la destrucción de los sistemas dunares mediantes urbanizaciones y deforestaciones, jalonadas de vez en cuando por supuestas tareas forestales que aumentan la erosión y la pérdida de arena”.
Y de El Portil a Ayamonte, que recibe la sexta bandera negra. Los ecologistas lamentan al respecto que “en Ayamonte se vendieron sus paisajes privilegiados por el oscuro fulgor de las monedas especulativas, y el remate fue la operación por la que desaparecieron los escasos espacios verdes previstos en la primera línea de playa, engullidos por edificaciones que han ocupado espacios dunares y bordes de marisma”.
Puntos Negros
Además de las seis banderas, la organización ha otorgado a la provincia nueve puntos negros. Además del espigón de Huelva, Ecologistas en Acción pone la atención en los colectores de aguas residuales de Matalascañas, Mazagón y Pozo del Camino; en la depuradora de Isla Cristina y en varias actuaciones en El Portil, El Rompido, y la playa y dunas de Isla Canela.
Aspectos positivos
Desde la organización destacan que el fin último de esta campaña es “contribuir de esta manera a la recuperación y conservación de las cualidades naturales del litoral”. Por ello, también destacan los aspectos positivos constatados durante el año en las playas de Huelva.
En este sentido, resaltan “los buenos resultados de algunas experiencias de recuperación natural de sistemas dunares utilizando vegetación autóctona como la que se hizo hace algunos años en La Redondela, que ha soportado los temporales y retenido las arenas mejor que paseos marítimos y multimillonarias regeneraciones”. También constatan el inicio de señalizaciones y otras acciones tendentes a acabar con la circulación de vehículos de motor por las playas. A todo esto hay que añadir que el balance no es tan negativo si se compara con otras provincias. Así, Cádiz se lleva 17 banderas negras y 17 puntos negros, mientras que Málaga recibe nueve banderas negras y 27 puntos negros.
Las mismas banderas y un punto más que en 2010
Las playas de Huelva han obtenido prácticamente las mismas calificaciones en la campaña Banderas Negras de Ecologistas en Acción.
El litoral ha onubense ha obtenido las mismas banderas negras que en 2010 y para las mismas playas: Matalascañas, Punta Umbría, Mazagón, El Portil (Punta Umbría y Cartaya), la Ría de Huelva y las playas de Ayamonte.
En cuanto a los puntos negros, este año han sido nueve mientras que en 2010 fueron ocho: para las depuradoras de aguas residuales de Punta Umbría, Mazagón, La Antilla e Isla Cristina; el Muelle de Levante de la capital por las obras del paseo marítimo, la zona de desagüe de la laguna de El Portil, El Rompido por el cubrimiento artificial de zonas de fango natural de la orilla, y Punta del Moral por la presencia de especies invasoras.