Mi Huelva tiene una ría, y al lado los fosfoyesos; en ellos, la ruina en vida; en ella, la vida en reino. Un reino ya solapado después de tanto tormento, que se sube a las alturas, que guarda lo malo dentro.
Mi Huelva tiene una ría, cansada, torpe, con sueño. Y muy cerca, a su verita, un pueblo con malos sueños… que no sabe despertar sin mirar para otro lado; que se hunde y se levanta si le escupen en la cara. Como su hermano Cristóbal, también llamado Colón, que si no mirara tan allá o se diera alguna vez la vuelta para cambiar de postura, chocaría ante una imagen que se incluye con la suya. Si el verdadero Colón se viera en esas alturas le imploraría al primer dios que lo llevara hasta tierra pa’ poder mirar de cerca la ría que nos quedó. E irse en un avión que no puede coger cerca.
Mi Huelva tiene una ría, y aún le queda terciopelo en esas voces distintas que construyen buenos sueños. Aquellas que ni callan ni desfallecen, aun sabedoras de que siempre les toca a ellas ser portavoces de un pueblo que la mata callando con el estómago lleno. Les está costando a ellas, pero lo van consiguiendo. A base de bofetadas, la culpa, del mensajero, le van abriendo camino a la Huelva de otros tiempos. “Que van dañando la imagen”, resonar de las esferas, echando balones fuera con cada vez menos margen. Las esferas no se enteran, ni se quieren enterar, que la imagen de esta tierra, que se llama capital, no es la que se vende fuera; es la que hay, nada más, pa’ los que viven en ella con las gargantas rajás.
Mi Huelva tiene una ría que le pasa como a mí; que siempre está delirando por la mierda que ante ella siempre acaba reposando. Pero aquí no pasa ná. Ya me voy muriendo solo. Si total, de aquí pa’llá… Es un lugar con encanto. Y de lo malo, ni hablar. Por fortuna, ya están ellas, las que sueñan de verdad. Más allá de las esferas de corbatas apretás, cada vez son más en Huelva, la llamada capital, que sueñan con que algún día esta ciudad estará limpia por sus gargantas rajás.
Porque la Huelva de ellos, los que sueñan de verdad, tiene también una ría. La misma que todos, todos, todos deberíamos desear. Sólo hay que soñarlo de verdad…