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Publicado en el Diario el Mundo 13-09-09
Reclamar salud y protección del medioambiente es un derecho y un deber, no una traición
El nerviosismo del que están haciendo gala los responsables políticos del PSOE de la provincia de Huelva a raíz de los últimos acontecimientos relacionados con la situación medioambiental onubense está propiciando un frenético desfile de todos ellos por los medios de comunicación, autoproclamándose como defensores de vanguardia de nuestra tierra, frente a quienes pretenden ensuciar su nombre.
No les faltan motivos para la inquietud. Gracias al trabajo llevado a cabo por la Plataforma, junto con el desarrollado por otros grupos y colectivos sociales y ecologistas, la Comisión de Peticiones de la Unión Europea y la Comisión de Energía visitarán Huelva para analizar la situación medioambiental antes de final de año. Además, el Ministerio de Medio Ambiente, con la Audiencia Nacional pisándole los talones, se ha visto obligado a poner fecha al cese de los vertidos de fosfoyesos. El mismo cese de vertidos que antes del verano supondría, según el PSOE de Huelva, y sus medios afines, el caos y la ruina de la ciudad, y que ahora ellos mismos, al unísono, aplauden y celebran.
No les va a resultar fácil explicar a dichas comisiones por qué, tal y como se recoge en los atlas de mortalidad elaborados por la Universidad Pompeu Fabra y por el Instituto de Salud Carlos III, en Huelva muere más gente de cáncer y de otras enfermedades que en el resto de provincias de España. Quizás intuyan que no va a ser convincente vincularlo al consumo de tabaco, como hizo en su día la Consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero. No va a ser fácil justificar qué hacen tiradas en un descampado, mal confinadas y con filtraciones a la Ría, 7.000 toneladas de cenizas radioactivas de Acerinox, y va a ser complicado esconder los 120 millones de toneladas de residuos de fosfoyeso. Tampoco va a ser sencillo explicar con bonitos discursos por qué se han hallado peces contaminados en la Ría de Huelva o acumulaciones de uranio en las uñas de los trabajadores del polo industrial.
Pero lo más complicado va a ser cuando tengan que explicar a tales comisiones por qué ellos, siendo por ley los responsables de garantizar la salud de la población y la protección del medio ambiente, no han hecho nada en todos estos años por evitar todo lo anterior. Y por qué, sin embargo, sí han actuado enérgicamente para alinearse con los intereses de la AIQB, entre otras muchas cosas, concediendo a Fertiberia la Autorización Ambiental Integrada en 2008, pese a que existía una sentencia de la Audiencia Nacional que prohibía expresamente a la empresa continuar con los vertidos, por incumplir todas las condiciones de la concesión, entre ellas, la superación de los tres metros de altura, alcanzando actualmente más de 25 metros.
Recientemente, el señor Mario Jiménez, Secretario General del PSOE en Huelva, afirmó en una rueda de prensa que quienes acusan a la provincia de malas prácticas medioambientales “atacan a la provincia de Huelva” y son, literalmente, unos “traidores”. Unos traidores que hacen un “daño infinito” a quienes intentan sacar la provincia adelante y generar riqueza.
Ante la falta de argumentos, olvidando el papel que la sociedad les encomienda, han optado por reducirlo todo a un problema de “imagen”, de onubenses buenos y onubenses malos, declinando cualquier responsabilidad, recurriendo al pataleo irresponsable y a la descalificación. Pero todo tiene un límite.
Cuando desde la Plataforma Mesa de la Ría recogimos 25.000 firmas de ciudadanos y ciudadanas de Huelva exigiendo el cese inmediato de los vertidos de fosfoyesos en cumplimiento de la sentencia de la Audiencia Nacional, la retirada de las cenizas radioactivas de Acerinox, y la realización de un estudio epidemiológico que investigue la razón de los altos índices de cáncer y de otras enfermedades en Huelva, adquirimos con la ciudadanía nuestro más sincero compromiso de dar la mayor difusión posible a dichas exigencias, y de hacer llegar las voces de todos y cada uno de los 25.000 firmantes a las instituciones democráticas. Y en ello pusimos todo nuestro empeño.
Sin duda alguna, la voluntad de todas esas personas, contenida en esas firmas, ha sido totalmente determinante para hacer ver a la Comisión de Peticiones de la Unión Europea la gravedad y la importancia que para la sociedad tiene el problema medioambiental y sanitario de nuestra tierra.
No vamos a consentir que los responsables de la desastrosa situación medioambiental onubense descalifiquen e insulten a la ciudadanía acusándola de “traidora”. ¡Sólo faltaría que en la Europa del siglo XXI la sociedad no tuviese derecho a hacer llegar sus quejas a las instituciones que crea oportunas!
La Constitución Española recoge, en su artículo 43, el “derecho a la protección de la salud”. Dice además, muy en relación al caso, en su artículo 45, que “los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.” Dice también ese artículo, que “todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.”
Nos encontramos ante una absoluta e indigna falta de respeto de nuestros gobernantes para con el funcionamiento legítimo y democrático de la sociedad civil.
No son cómplices de traición alguna quienes, ejerciendo sus derechos – y deberes – constitucionales, intentan buscar un mundo mejor para sus seres queridos, en el que sus hijos no tengan que pagar con su salud deudas que generaciones pasadas contrajeron.
La Plataforma Mesa de la Ría exige al señor Mario Jiménez, máximo responsable del PSOE en Huelva, una disculpa formal en nombre de su partido por los insultos y descalificaciones que todos sus dirigentes han proferido a los 25.000 ciudadanos y ciudadanas que han apoyado y apoyan nuestra causa.
Todas esas firmas reúnen un amplio espectro de maneras de sentir. Entre ellas se encuentran también las de militantes socialistas. Son las firmas de una sociedad ideológicamente plural, pero unida en lo fundamental: Todos quienes han firmado están plenamente orgullosos de que su voz haya llegado a las instituciones europeas, con la esperanza de que los acontecimientos que se avecinan constituyan el camino hacia una Huelva descontaminada, llena de la salud y bienestar, que pueda disfrutar al fin de su verdadera riqueza histórica y natural. Todos merecen respeto.
Huelva, 12 de Septiembre de 2009
Plataforma Mesa de la Ría
No existe más traición que una clase política que lleva vendiendo a sus electores durante más de 30 años en un teórico régimen democrático, en el que se reconocen derechos constitucionales a la salud y al medio ambiente, es decir a la vida, derechos no condicionados a ninguna actividad empresarial privada qie para colmo es pirata, contraria al ordenamiento jurídico. La traición es evidente que hasta el Parlamento Europeo ha tomado cartas en el asunto. El paro, la corrupción, las tasas escandalosas de cáncer, asma, malformaciones congénitas, nuestro patrimonio medio ambiental y cultural convertido en un basurero químico, esa es la terrible herencia de esa clase política y sindical desvergonzada que ha vendido las actividades especulativas de estas multinacionales como un don del cielo, cuando han sido desalojadas de todos los sitios decentes del continente europeo. Ahora además de la factura medioambiental todos pagaremos los ERES de estos…Llevamos 30 años de traición a la Constitución de 1978, y a nuestros derechos constitucionales, prefirieron vender todo al pan de unos pocos, pero no era el pan, era un nivel de vida muy por encima de la población, a cambio de destrozar lo único que teniamos. Habrá que preguntar a esa banda política sindical de la química cuáles han sido los logros de estos últimos 30 años. Porque ellos siguen cobrando y el resto de los rehenes sociales están en el paro.
Ojalá, nadie tenga que vivir con el miedo a morir de cáncer. Tengo una amiga que está muy enferma. Cuando el Eurodiputado Sr. Hamsteim vino a Huelva le pedí a mi marido y a ella que por favor fueran a la Casa Colón, ya que ambos recien cumplidos los 40 tienen cáncer. Los dos me hicieron caso y fueron a luchar por nuestra causa, salud para nosotros y nuestros hijos. Ahora, casi un año después, hemos perdido a muchas personas conocidas y familiares por el maldito cáncer.
Quién le dirá a mis hijos y los suyos que esta enfermedad la trajo la mierda que respiramos, no quiero ni pensarlo.
Preguntad a un ORL qué pasa en Huelva, porqué muere tanta gente en la planta de otorrino del HGJRJiménez y en la de Neumología.
Quiero decirle a aquellos que utiizan nuestra reivindicación como algo indigno, que el dinero no te asegura una salud perfecta, que mi generación (tengo 42) lleva respirando esta mierda toda la vida, y ahora vamos a pagarlo. Cada día leo el períodico, y hoy he visto que ha fallecido una señora de 45 años. Ya nos va tocando.
A la gente que quiero que está enferma de cáncer decirles que mucho ánimo y que mi corazón está con ellos. Vivir con miedo es un desastre. Quisiera ser “El alquimista” para poder curaros a todos y daros 50 años más de vida.
Tan jóven uno no debería estar pensando en la muerte, sino en ver crecer a tus hijos. Yo tengo dos de 3 y 7 naños y mi amiga dos también muy pequeños.
Dejaros de demagogias y de votos, todos tenemos padres, hijos y gente a la que queremos y que tus células degeneren en huelva es más fácil que en otras provincias de España. Que trajedia personal tan grande.
Nuestros políticos sólo piensan en su éxito y no en los problemas de los demás.
Me solidarizo con todos los que sufren de enfermedad en esta Huelva podrida y que huele a mierda y muerte.
Sigo esperanzada con darle a mis hijos una vida digna…
¿ Pero creeis que van a pedir perdon? han pedido perdon por pasarse por el forro los acuerdo del 91?
Por otra parte todos conocemos el currículum de estos “políticos de la traición”, no se les conoce oficio alguno. Sus campañas para defender la dignidad de Huelva no pasa de ser una campaña de autobombo. Primero tendrían que estudiar el Bachillerato en dignidad, y luego zamparse los millones de toneladas de fosfoyesos radiactivos que han justificado vilmente como inocuas, y darse una vuelta por el mundo civilizado, no por el Tercer Mundo,en que han convertido esta bonita ciudad. Entonces empezarían a ser dignos. Hasta entonces,… ladran, luego cabalgamos.