Redacción• 25/11/2008 8:30:39
Tras la denuncia de Greenpeace, Bruselas investiga las irregularidades cometidas por la Junta de Andalucía en el caso Fertiberia.
Una representación del comité de infracciones de la Comisión Europea visitarán las balsas de fosfoyesos de la empresa Fertiberia en Huelva.
Los inspectores estarán acompañados de miembros de Greenpeace que, junto a WWF/Adena, interpusieron una denuncia ante el organismo europeo por la vulneración de varias directivas europeas, como la 2008/1/CE sobre “prevención y control integrado de la contaminación”. Los representantes de la comisión también mantendrán una reunión con los ecologistas donde les explicarán el problema que vive la ciudad.
Esta directiva exige la obtención de una Autorización Ambiental Integrada (AAI) para que una instalación industrial pueda funcionar, siempre que se respeten ciertas condiciones medioambientales. Así exige entre otras “la aplicación de todas las medidas adecuadas de lucha contra la contaminación y, en particular, el recurso a las mejores técnicas disponibles; la prevención de toda contaminación importante o la adopción de medidas para que, al cesar las actividades, el lugar de la explotación vuelva a quedar en un estado satisfactorio”. Greenpeace entiende que ninguna de estas cuestiones se cumple en el caso de los vertidos de fosfoyesos que Fertiberia realiza en las marismas del Tinto.
A pesar de las irregularidades, denuncias, sentencias en contra e informes sobre vertidos del mismo Seprona, la Junta de Andalucía, aplicando la ley en beneficio de intereses particulares y en contra de la salud de los onubenses y del medio ambiente, otorgó en abril la AAI a Fertiberia, seis meses fuera del plazo establecido por la Directiva. En esta ocasión, incluso el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino está estudiando ya la ejecución de la caducidad de la concesión para que la empresa desaloje los terrenos de Dominio Público que ocupa. No obstante, Greenpeace lamenta que ningún representante de esta Administración esté presente en la visita de la Comisión Europea.
Bruselas ya reconoció en julio de este año, tras la comparecencia de Greenpeace en el Parlamento europeo, que la situación de las Marismas de Huelva es una auténtica catástrofe y se ha convertido en el punto más contaminado de Europa por los vertidos tóxicos y radiactivos procedentes de Fertiberia.
En una reunión mantenida el pasado mes de octubre con Cinta Castillo, Greenpeace pudo comprobar cómo la Consejera de Medio Ambiente no reconoce los problemas ambientales y de salud de la ciudad, desprecia los estudios de la Universidad Pompeu Fabra o el Instituto de Salud Carlos III y el Centro Nacional de Epidemiología, que marcan a Huelva como el punto de España con mayor grado de mortalidad por cáncer. Ni siquiera hace suyos los compromisos del anterior equipo de Gobierno de la Junta y desprecia totalmente informes propios donde se dice que el estuario de Huelva el más contaminado del mundo por acumulación de metales pesados en los sedimentos de la ría (1).
“Es lamentable que de forma reiterada las organizaciones de las sociedad civil se tengan que llegar a instancias europeas para solucionar problemas que con la legislación española nunca se tendrían que haber producido. Afortunadamente, parece que las autoridades europeas se muestran más preocupadas con la situación que vive Huelva que la propia Junta de Andalucía o el Ministerio de Medio Ambiente”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace.
Fuente: http://www.diariodigitalagrario.net/versiones/rc2/articulo2.asp?id=43160