La concentración de instalaciones tóxicas y peligrosas tiene un límite
Curro Báez. Secretario General CC.OO. La Caixa en Andalucía l
21 oct 2008 actualizado 21:24 CET
Quisiera responder a una noticia publicada el viernes día 10 sobre el apoyo de los secretarios de CCOO de Andalucía y Extremadura a la refinería Balboa .
Me parece preocupante que el secretario general de CC.OO. Andalucía siendo consciente como lo es, de la división social que existe en Huelva con el tema de excesiva contaminación y saturación de más industrias,- sucesivas ampliaciones de Cepsa, instalación de térmicas de Unión Fenosa y de Endesa por poner unos ejemplos, eche más leña al fuego apoyando la refinería Balboa y el oleoducto desde Huelva.
Por si no fuera ya suficiente lo que durante décadas han dejado las industrias contaminantes de carga tóxica, y las sucesivas ampliaciones de algunas de éstas, que bajo el camuflaje de mejora ambiental han incrementado la concentración de industrias tóxicas y peligrosas en una proporción alarmante.
No parece que sea consciente el secretario de CC.OO. F.Carbonero de la gran oposición generada en Huelva a más carga tóxica, de la sensibilidad que la sociedad civil tiene hacia los problemas de salud que ha generado estas industrias, sensibilidad no correspondida desgraciadamente por los representantes institucionales que no están ni han estado nunca a la altura que exige una situación tan especial como es la de Huelva. Quiero creerme que F. Carbonero no haya medido el efecto de sus declaraciones y se haya limitado a salir del paso en una de tantas comparecencias con los medios.
Huelva es la población con más alto índice de mortalidad y morbilidad por diferente tipos de cáncer, y la excusa de la riqueza y el empleo que no han parado de utilizar demagógicamente no se corresponde con la realidad, porque después de cerca de cincuenta años de contaminación, Huelva se sitúa en la cola de riqueza, de renta y en los primeros lugares de desempleo.
¿Para qué sirve tantas jornadas, tanto discurso políticamente correcto hablando de la sostenibilidad, cuando se defiende una industria petroquímica en una zona agrícola, cuando España se sitúa como uno de los incumplidores del protocolo de Kioto en reducir emisiones? ¿Por qué no defienden una buena concentración de paneles solares u otras instalaciones industriales no contaminantes -no es broma, existen- que ayude a reducir las emisiones?
Resulta un insulto para la población de Huelva, que un secretario general residente en Sevilla alabe las ventajas de contar con el puerto de Huelva, sabiendo como sabe el gran tráfico de buques con todo tipo de cargas tóxicas y grandes metaneros que cruzan a diario nuestra ría. Si a ello le suma la instalación del oleoducto junto a la regasificadora y muy próxima a múltiples tanques de petróleo y gas y otro tipo de instalaciones peligrosas, parece que el destino de Huelva como destino de grandes riesgos no parece tener fin. ¿Tan difícil resultar recabar industrias no contaminantes y con más volumen de empleo como sucede en otros puntos del país?
Por otra parte ¿cómo no ha medido la responsabilidad de representar a toda una organización tan plural y diversa como CC.OO. apoyando los intereses de un grupo empresarial afín al PSOE sin contar con nadie? ¿Ha tenido el detalle de asesorarse con los excelentes asesores y técnicos que la secretaria confederal de salud laboral y medio ambiente dispone antes de salir a la palestra? Un detalle que no se escapa es que en Huelva, solo apuesta por esta instalación peligrosa el PSOE y el periódico Odiel, curiosamente propiedad del mismo grupo Gallardo.
Quienes desde dentro del sindicato apostamos por sistemas de producción limpia no entendemos como nuestros dirigentes echan por tierra el trabajo que desde hace años viene haciendo sindicalistas con distintos enfoques respecto a la industria y el medio ambiente para llegar a unos mínimos puntos de encuentro.
Desde mi responsabilidad estrictamente personal pero conocedor que son muchas las personas de CC.OO. de Huelva que la comparten, espero un mayor rigor y menos frivolidad en temas tan serios.