Juan Antonio Millán Jaldón / Alcalde-Presidente Del Ayuntamiento De Cartaya | Actualizado 21.05.2008 - 01:00 huelva informacion
DESDE estas líneas quiero posicionarme y reflexionar en voz alta sobre la necesidad de un pacto provincial para proyectar una buena imagen turística de Huelva, basada en el predominio de nuestros valores ambientales, la amplitud, calidad y prestigio de nuestros recursos y el esfuerzo que estamos haciendo todos para ser una provincia referente del turismo responsable. Y deseo abrir esta reflexión porque, aunque numerosos estudios consideran prácticamente nulo el impacto radiológico de las balsas de fosfoyesos, y numerosos investigadores de universidades como las de Sevilla y Huelva coinciden en señalar que el impacto ambiental en la ciudadanía es “despreciable” y las dosis de radiación percibidas por los trabajadores del Polo se sitúan por debajo del límite, no es este el mensaje que se transmite. ¿Por qué se está dando en Europa y en el mundo la imagen de una provincia radiactiva, lo que provoca una lógica espantada de turistas hacia otros lugares?. ¿Por qué si toman como base un estudio epidemiológico que señala lo anteriormente argumentado se está proyectando el carácter de foco radiactivo para la ciudad de Huelva? ¿Por qué esta lucha capitalina por el Ensanche está perjudicando a toda la provincia que lleva este mismo nombre?
A estas alturas es de justicia destacar que Huelva es la provincia con más espacios protegidos, de hecho, más del 80% del suelo de esta provincia tiene protección forestal o de espacio natural: Doñana de fama mundial, el Parque Sierra de Huelva, las Marismas del Odiel, los Pinares de la Costa,… y un largo etcétera. Tenemos tal cantidad de patrimonio natural que somos el referente español en naturaleza.
Sin embargo, en las televisiones locales, nacionales e internacionales, cada vez más somos noticia por reportajes donde se proyecta y proyectamos la imagen de una provincia desastrosa en gestión de la naturaleza, y, lo más grave de todo, no son los demás, sino nosotros mismos lo que contribuimos a ello. Creo sinceramente se están pasando los que para realizar su discurso, se apoyan en el debate de la radiactividad y el debate del cáncer para proyectar a Huelva como la provincia de la radiactividad, la provincia del cáncer, la provincia de los desastres ambientales. Y nada de ello es cierto. Esa fama nos la están dando quienes, desde la capital, utilizan estas situaciones de forma exagerada y desproporcionada para defender sus teorías, así como las posiciones de determinados ecologistas radicales.
En esta línea considero que algunos componentes de la Mesa de la Ría se están pasando. Ellos, en Huelva capital, tienen pleno derecho de defender lo que quieran, pero deben hacerlo con lealtad al resto de pueblos de la provincia de Huelva, que luchamos por un desarrollo sostenible, industrias limpias y una agricultura y un turismo de excelencia que ellos ponen en peligro. Pueden luchar cuanto se les antoje por combatir a la industria, pero deseo que reflexionen y recuerden que ha sido y es la base del empleo en Huelva capital. Particularmente defiendo a la industria que cumpla con la obligación de evitar y minimizar los efectos de cualquier tipo de contaminación como principio fundamental, pero considero que el debate de la contaminación, de la radiactividad, del cáncer,… tal como se está utilizando y exagerando, está proyectando la peor imagen de una provincia rica en valores ambientales que debería resplandecer por su patrimonio, su riqueza ambiental y forestal y sus espacios naturales, argumentos que quedan eclipsados y olvidados.
No se debe seguir utilizando las balsas de fosfoyesos, la mala imagen de una Huelva radiactiva, la mala imagen de una Huelva cancerígena, … como banderas paras luchar contra la industria, que por otra parte, lleva muchos años asentada en Huelva capital. Seguramente muchas de estas personas que ahora la critican se han beneficiado de los puestos de trabajo y la riqueza de esa industria y ahora, en 24 horas, desean desmontarla de un plumazo, sin alternativa, a empujones, con manifestaciones que no secunda la ciudadanía, sino esos voceadores. Unos lo hacen desde la utopía y la honestidad ecológica, otros lo hacen para favorecer la urbanización del ensanche, aproximando los edificios a la industria. Pero todos, al atacar el fosfoyeso y la contaminación de la ciudad, están causando daños a la imagen exterior de toda la provincia de Huelva. Están hiriendo en lo más profundo a todo un conjunto de municipios que, con mucho trabajo y tesón estamos emergiendo en el turismo bajo el lema “Huelva, La Luz” y la excelencia ambiental.
Y es que, en este sentido no nos están dejando opciones. Para desmarcarnos de esa mala imagen exterior de Huelva capital, los pueblos de la costa, con proyectos turísticos de alta calidad ambiental, no vamos a tener otra salida que volver a proyectarnos como “Costa de la Luz”. Y dejo totalmente claro que nosotros queremos seguir siendo Huelva y representando a la provincia de Huelva, pero con una capital que nos apoye, una Huelva limpia, descontaminada, dialogante, que sume esfuerzos. Debemos intentar solucionar nuestros problemas hablando, dialogando, no voceando y dando mala imagen en los medios de comunicación internacionales a través de internet, porque, sin duda, este es el peor camino para agotar las vías de desarrollo de toda la provincia, y todos, absolutamente todos, lo vamos a pagar muy caro.
No es mal camino para cambiar de rumbo la cumbre de la industria que el próximo día 27 de mayo reunirá en Huelva a más de un centenar de expertos, entre ponentes e invitados, un acontecimiento que no tiene precedentes ni en la provincia onubense ni en España, porque reunirá a destacados representantes de las empresas, los sindicatos y las administraciones, entre ellos el propio ministro de Industria Miguel Sebastián. Uno de los objetivos es que la industria responsable cale en la sociedad onubense y otro debería ser aprovechar este foro para que ambas, industria y sociedad, se den la mano para caminar juntos y buscando un futuro basado, ante todo, en el desarrollo sostenible como principal generador de riqueza y empleo.
Millán dile a los enfermos de cáncer y asmáticos de la capital que vayan de la mano con sus verdugos. Esa Industria sostenible de la que tú hablas, es la que te sepultaría las marismas del Piedra, Marina del Rompido, El Portil etc, bajo 120 millones de Tm de fosfoyesos radiactivos, a pesar de lo que digan los “científicos mercenarios de Huelva y Sevilla” y te llevarían a los terrenos de la Romería 7000 Tm de Cesio-137 que deberían estar controlados en un cementerio nuclear.
Millán, pregúntale a las miles de personas con problemas de salud (Cáncer, asma, etc..)de la capital si quieren ir de la mano con sus verdugos. Yo soy de Huelva y me fui a vivir al Rompido, cada vez que voy a la Capital a ver a mi familia “mastico” la contaminación. Esa industria tan sostenible de la que tú hablas y defiendes no dudaría ni un minuto en sepultar tus “playas de Cartaya” bajo 120 millones de toneladas de fosfoyesos radiactivos, sí radiactivos, a pesar de lo que digan los “científicos” mercenarios de la Universidad de Huelva(Juan Pedro Bolívar Raya) y Sevilla cuyos proyectos de investigación están subvencionados por Fertiberia. Por cierto, si tan inocuos son los fosfoyesos, ¿por qué no hablas con los constructores afines al PSOE para edificar encima de ellos un Resort y un campo de Golf como hicistes en zona protegida de las marismas del Piedra? porque eso sí terrenos tienes, 1200 Ha.(por cierto los fosfoyesos seguro que son mas altos (25 m a 30 m) que los hoteles que tienes construidos en las marismas del piedras).
Desde el mirador situado cerca de donde estaba el camping “Catapúm” se puede ver Sr. Millán la “imagen” que proyectan los ecologistas radicales de Huelva y provincia,de esa Huelva de slogan “Huelva la luz”. Lo que se vé, por si Ud no lo vé, y que puede observar cualquier turista desde los miradores de los Hoteles, con un desayuno en la terraza al amanecer, es un enjambre de chimeneas que poco colaboran con “La Luz” de ésta Huelva y si bien es necesaria la industria, ésta debe ser responsable y no al revés, o sea adecuar leyes y conciencias en beneficio propio y que por no invertir no invierte ni en pintura para sus fachadas , o no ha visto Ud. en la avenida Montenegro las fachadas de Fertiberia o de Atlantic Copper (de Huelva para Huelva) que se caen de puro podrido. Los marineros de su tierra, más listos que el hambre, cuando el ingeniero iva a pasarle la inspección a sus barcos, gastaban un poco en pintura, y decian ” Una buena capa todo lo tapa”, pues eso Sr. Millán, en la ria de Huelva que debía ser referente de Luz no han invertido en una “buena capa”. Los ingleses explotaron nuestra tierra y a nuestra gente, a cambio dejaron un legado cultural y arquitectónico. ¿Qué va a dejar Fertiberia, Foret, A. Copper o Endesa a los pacientes onubenses, si encima han violado por ley lo que la naturaleza otorgó como bien infinito a ésta tierra ? Humildemente le diré que lo que van a dejar y están dejando es PAN PARA HOY, HAMBRE PARA MAÑANA. Y esa Hambre la estamos pasando ya y necesitaremos más de cuarenta años en limpiar lo que algunos han manchado, para mantener sus barrigas llenas, y costará más a las arcas esa limpiza, que todos los beneficios juntos que hayan podido generar a Huelva y provincia. Deben darse cuenta ya y dejar a los invitados molestos que paguen la cuenta y se larguen con viento fresco. Sin más sólo desearle que conserve sus pinos, que es su pan y su costa que es su vino.