ABC Sevilla
La deformación del paisaje es uno de los principales inconvenientes de los aerogeneradores que conforman los parques eólicos
La sensibilidad que existe en la provincia de Huelva con los temas medioambientales se ha vuelto a disparar
en los últimos tiempos desde que se hizo público el proyecto de parque eólico previsto en la zona del Espigón, que serán visibles desde las poblaciones turísticas de Mazagón y Punta Umbría.
Impulsado por la empresa Corporación Eólica de Huelva S.A. (Cehusa), presidida por el ex alcalde de la capital, el socialista Juan Ceada, ha provocado una quiebra en el movimiento conservacionista. Los Verdes abrazan la actuación y Ecologistas en Acción apoya la iniciativa, aunque con matices, ya que si bien está de acuerdo con este tipo de energías alternativas, su objeción principal es la proximidad de la ubicación al Paraje Natural de Marismas del Odiel.
Frente a ellos se sitúan, con una opinión sumamente crítica, la Plataforma Mazagón Verde-Puerta de Doñana, La Mesa de la Ría y el Club Doñana, al que pertenecen ex miembros del Patronato del Parque Nacional, y que lidera el abogado conservacionista Jesús Vozmediano.
Según informó a ABC un portavoz de la empresa promotora, el proyecto tiene ya todos los parabienes de las diferentes administraciones, con la única excepción del Ayuntamiento de la capital onubense, precisamente el organismo que ha de otorgar la licencia de obras.
Este trámite a su vez, está condicionado por el Plan Especial del Puerto, en cuyos terrenos se encuentra el Espigón «Juan Carlos I», que debe modificarse para que la construcción del Parque Eólico pueda comenzar. Por su parte, la Autoridad Portuaria necesita el beneplácito de la Consejería de Obras Públicas y Transportes.
Zonas sensibles
El portavoz de la Plataforma de Mazagón y secretario de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de este núcleo turístico, Francisco Miranda, ha manifestado que la instalación de este parque «va a suponer un grave impacto» al entorno natural de la zona, conformado por el Paraje Marismas del Odiel, las Lagunas de las Madres en Palos de la Frontera y Moguer, o la zona de Doñana próxima a Mazagón.
Además, criticó que este parque también tendrá un «gran impacto sonoro sobre las urbanizaciones que están situadas a menos de 600 metros del mismo, como son las de Mazagón», y añadió que las torres que se van a instalar tendrán un impacto visual «que no es el más adecuado para el desarrollo turístico de Mazagón».
Este colectivo ha trasladado sus críticas a Bruselas, concretamente al Comité de Peticiones de la UE, para solicitar la paralización del proyecto. Muy probablemente el 26 de mayo ese órgano comunitario estudiará tal petición, y la Plataforma confía en que finalmente la iniciativa del parque eólico no prospere.
La Unión Europea será también el destino de la protesta del Club Doñana, según indicó a este periódico su principal mentor, Jesús Vozmediano. Los argumentos contrarios al parque eólico tienen como base el impacto de los molinos de viento en las aves invernantes de Doñana, que utilizan buena parte de la costa onubense como corredor ecológico, «que es de los más valiosos de Europa», especificó.
El Club Doñana, según Vozmediano, abogado especializado en temas medioambientales y veterano conservacionista, se va a dirigir a la UE para «exponerle la gravedad de la situación, denunciando la presunta vulneración de Directivas Europeas», como la de Hábitats y la de Evaluación de Impacto Ambiental, «dado que las zonas húmedas que se verían afectadas están incluidas en varias de ellas», como las Marismas del Odiel en el Convenio de Ramsar y Reserva de la Biosfera, al igual que Doñana, Parque Nacional que está considerado Patrimonio de la Humanidad.
Ecologistas en Acción discrepa de esta crítica frontal. La organización tiene como una de sus banderas la defensa de las energías renovables, y junto con la solar la eólica está entre sus prioridades. Y enfatiza que los efectos negativos de los aerogeneradores son infinitamente menores que las chimeneas que expulsan gases contaminantes
Criterios de ordenación
Juan Romero, miembro de Ecologistas en el Consejo de Participación de Doñana, órgano que sustituyó al extinto Patronato. plantea la necesidad de que las ubicaciones de los parques eólicos se fijen con criterios de ordenación, de forma que se protejan los valores paisajísticos y se amortigüen los impactos.
Iñaki Olano, también de Ecologistas en Acción, asegura que «nosotros estamos a favor de la energía eólica, y los impactos sobre la avifauna son bastantes despreciables con los molinos nuevos que se están instalando, que son de gran tamaño y con poca velocidad de rotación».
«Nuestra pega fundamental es que se ubiquen los parques eólicos en sitios conflictivos, que requieren de estudios muy delicados de impacto ambiental. No lo vemos mal -resaltó- siempre que no afecte a un espacio protegido. Hemos planteado en las alegaciones que no se construya todo el parque eólico de golpe, sino que se haga un estudio, a modo de plan piloto, con algún molino, al objeto de determinar los impactos que pudiera generar. Y lo que es verdad es que si finalmente construyen la nueva autovía a Punta Umbría el parque eólico se quedará en un chiste».