El 1 de diciembre pasado la dirección de FMC Foret en España anunció el cierre, irrevocable, de su factoría en Huelva, ya que aseguran que el negocio “no será viable” a partir del 31 de diciembre de 2010, cuando entre en vigor la prohibición impuesta por la Audiencia Nacional de seguir arrojando residuos a las balsas de fosfoyesos.
Foret genera el 30% de los fosfoyesos que se arrojan en las 1.200 hectáreas que ocupan las balsas donde se vierte dicho residuo (*) , en las marismas del Rio Tinto. El 70 % restante lo vierte Fertiberia. En el caso de Foret, el residuo lo genera en el proceso de producción de ácido fosfórico (**) y tripolifosfato sódico. (*) Conceptuado como residuo en el informe definitivo de la Comisión de Peticiones aprobado por el Parlamento Europeo 15/07/2010 (para leer el informe pinchar aquí) (**) Dato aportado gentilmente por Jorge en su comentario.
La concesión para realizar estos vertidos se otorgó en su día y en exclusiva a la empresa Fosfórico Español (FESA), quien luego la trasfirió a Fertiberia. Así pues, los vertido de fosfoyesos a las balsas de las marismas del Tinto los ha venido efectuado FMC Foret a través de un acuerdo con Fertiberia, única autoriozada en su día para hacerlo.
El Consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Cantabria, Francisco Martín, acompañado por el alcalde de la localidad de Camargo, Ángel Duque, hizo entrega, el pasaso 1 de Diciembre, a los portavoces de la Plataforma Recupera Tu Ría del Premio Especial de la XV edición del Certamen Humanidad y Medio que organiza todos los años el Ayuntamiento de Camargo (Cantabria).
Varias decenas de técnicos del servicio de emergencias 112 recogieron ayer restos de un vertido de origen desconocido en la Ría de Huelva, en el entorno de Pantalán Reina Sofía. Según fuentes del servicio, en la tarde de ayer aún se investigaba la procedencia de los restos. Continuar leyendo Técnicos del 112 recogen restos de un vertido en la Ría
DOS noticias vinculadas al vertido de fosfoyeso en las marismas del Tinto saltaron ayer a la luz pública: una largamente esperada -el proyecto de recuperación de alrededor de 700 hectáreas afectadas por este producto- y otra que cogió de improviso, el cierre de la empresa química Foret, derivado precisamente de la prohibición de seguir vertiendo dicho residuo y de la imposibilidad de sus propietarios de lograr una alternativa mejor. La primera de ellas supone la culminación de las aspiraciones de todos los onubenses, que anhelan que ese inmenso espacio pase a ser un patrimonio de la ciudad para su uso y disfrute, cuestión que deberá ser definida por el Ayuntamiento y los responsables ministeriales de Costas una vez finalicen las tareas de restauración ambiental. Sin embargo, no resulta nada tranquilizador que las administraciones se resistan a dar una cifra sobre el importe que deberá afrontar la empresa Fertiberia para sufragar esos trabajos y a poner un horizonte temporal para la conclusión de aquéllos. Aún tratándose de una noticia positiva, resulta del todo desasosegante el hecho de que el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía afirme que, en cualquier caso, las labores de sellado del fosfoyeso tardarán menos en desarrollarse que los 43 años durante los que se han estado depositando. La cruz de la moneda nos vino a través de un escueto comunicado de prensa emitido por Foret pasado el mediodía. Esta firma, que desde hace meses venía realizando investigaciones para tratar los fosfoyesos y convertirlos en una sustancia con salida comercial, ha anunciado su cierre. Además de suponer la caída de una ficha más del dominó de la industria onubense (antes fue Astilleros, mientras que Ercros y Nilefos están a la espera de definir su futuro), el adiós a Foret supone el despido de 142 trabajadores fijos y que otros 280 empleados de empresas contratistas vean también peligrar su futuro laboral. La tarea de las administraciones era adelantarse a estas situaciones y trazar nuevos caminos para la creación de empleo y riqueza. Los acontecimientos, sin embargo, les han cogido con el paso cambiado.
El Gobierno y la Junta de Andalucía han acordado que la solución idónea para recuperar las 1.200 hectáreas que ocupan las balsas de fosfoyesos de Fertiberia, en las marismas de Huelva, no es retirar los residuos, sino cubrirlos para que el tiempo anule su radiactividad y plantar vegetación encima. La fórmula escogida contempla cubrir los fosfoyesos “bajo tecnosoles o suelos artificiales”, según la “propuesta de recuperación” de la empresa pública Tragsatec presentada ayer en Huelva por el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, y el director general de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, Pedro Antonio Ríos. Continuar leyendo Los fosfoyesos de Huelva no se retirarán
En ella la Plataforma muestra su rotundo rechazo al proyecto de regasificadora de Villar Mir en el término municipal de Palos, por el que se construirían tres nuevos grupos de ciclo combinado, que cuatriplicarían la producción de las instalaciones actuales. La Plataforma registrará una iniciativa en el Parlamento Andaluz.
Sobre el proyecto de restauración de las balsas de fosfoyesos se exige que desde el ayuntamiento se abra un expediente sobre ese proyecto, para que el Ayuntamiento conozca lo que ocurre y conceda la licencia de obra, La Junta de Andalucía ni siquiera ha solicitado la licencia de obra, tal y como marca la ley.
Por otro lado se comunica el absoluto rechazo al posible traslado a Huelva de materiales contaminados desde el País Vasco, residuos de la antigua fábrica de Sefranito y de la incineradora de Guipúzcua.
La Plataforma Recupera Tu Ría manifestó ayer su rechazo al proyecto planteado por el grupo Villar Mir para la construcción de dos centrales de ciclo combinado y una regasificadora en Palos de la Frontera, un plan que, sumado a la central térmica de la Punta del Sebo, “aumentará la temperatura de la Ría de Huelva”. Continuar leyendo La plataforma asegura que los dos ciclos combinados elevarán la temperatura del agua
16.000 personas al año mueren prematuramente en nuestro país por la contaminación del aire, según datos del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino.
El 79% de la población, 4 de cada 5 personas, respira aire que supera los índices de protección a la salud recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Si nos atenemos a los límites que marca la legislación el porcentaje afectado sería del 14%: ¡más de 6 millones de personas! (Directiva 2008/50/CE)
Hay un procedimiento de infracción contra España por el incumplimiento de la normativa sobre calidad del aire, iniciado por la Comisión Europea en enero de 2009.
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, manifestó ayer su “respeto” al pronunciamiento del Defensor del Pueblo estatal sobre la Autorización Ambiental Integrada (AAI) concedida a Fertiberia en 2008 para el depósito de fosfoyesos en la ría de Huelva. El Defensor calificó como “nula de pleno derecho” dicha autorización, “ya que otorga a la empresa el derecho a desarrollar un tipo de actividad careciendo de los requisitos esenciales para ello, al no tener dónde depositar legalmente sus vertidos”.
Según cuenta el Huelva Información del pasado sábado 13 de noviembre una empresa dominada Fertinagro prevé invertir 10 millones de euros para “reconvertir” la factoría de Nilefos, “abandonada hace más de un año por su antiguo dueño, el grupo Madhvani”. Con esa reconversión, Fertinagro pretende utilizar, “rehabilitar” dice la noticia, solo parte de la factoría de Nilefos, antigua Rhodia, “abandonada” tras la “huida” de su anterior propietario, para la fabricación de “fertilizantes especiales y fosfatos para alimentación”. Parece ser que para ello Fertinagro ha presentado su proyecto a las “administraciones públicas onubenses”, pero sin especificar la noticia cuáles sean éstas. Continuar leyendo ‘FERTINAGRO SUR, o cómo alargar la agonía de la Avda. Francisco Montengro’. Artículo en Choco Tóxico
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