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Leña

Colección LOS ARRUMBADOS, nº3

“LEÑA” (poemas)
EVA VAZ

Edita: Ateneo Alternativo “Antonio Carrasco Suárez”
Camino del Saladillo, 11, 2º B - 21007 Huelva
Página web: http://cacua.com
Colabora: Instituto Andaluz de la Juventud (Delegación de Huelva. Consejería de la Presidencia. Junta de Andalucía)
Coordina: Marcos Gualda
Idea cubierta: Eva Vaz
Fotografía cubierta: Ángeles Santotomás
Cubierta a una tinta y plastificada en brillo. 67 páginas
Diseño y maquetación: barco de ideas
Imprime: Artes Gráficas Hontiveros, S.L.
Béjar, 2004
D.L.: S-194-2004
ISBN: 84-933355-9-2

BIOBIBLIOGRAFÍA:

Eva Vaz (Huelva, 1972). Licenciada en Filosofía por la Universidad de Sevilla. Ha realizado incursiones en el teatro, en el periodismo, en las artes plásticas. Asimismo, ha recibido e impartido numerosos cursos de narrativa y poesía. Suspendió las oposiciones. Aprobó el carné de conducir a la novena. Actualmente (desde hace cinco años) dirige una empresa de gestión cultural. Sobrevive de sus aficiones y no tiene jefes. Es feliz.

Publicaciones individuales:

· Cuaderno de Isla (poemas del sudor). 2003. Edición facsímil
· La otra mujer (Celya, Salamanca, 2003)
· Ahora que los monos se comen a las palomas (Cacúa Editorial, Huelva, 2001)
· Elegía a una sombra (Ed. 1900, Huelva. 1995)

Apariciones en antologías:
La indiferencia de los chinos (Vinalia Trippers, León, 1998), Carne Picada (Aullido nº4/5, 1999), 21 de Últimas (Conversaciones con poetas andaluces, Asoc. Huebra, 2001), Las otras mujeres (Ayto de Huelva, 2001), El último en morir que apague la luz (Ateneo obrero de Gijón, 2002), Voces del extremo I (Fundación Juan Ramón Jiménez, 1999), II (Poesía y conciencia, Fund. J.R.J., 2000), III (Poesía y conflicto, Fund. J.R.J. 2001) y IV (Poesía y utopía, Fund. J. R. J., 2002). 4ª edic. de Plastilírica (Tert. El Ermitaño, Puerto de Santa María, Cádiz, 2000), Catálogo de los seleccionados para el Primer Premio de Poesía Experimental (Diputación de Badajoz, 2002), Catálogo de los finalistas del Certamen Andaluz de Artes Plásticas del Instituto Andaluz de la Juventud (Instalación- Poesía : Mi dulce fractura, 2002)

Colaboraciones en revistas:

Principios de Filosofía (Sevilla), Sin embargo (Huelva), Lunula (Gijón), Letra Clara (Granada), La Caterva (Granada), La más bella ( nº 5, 6 y 7, Madrid), Volandas (Huelva), Raro (Madrid) Huebra (Huelva), Amilamia, La última canana de Pancho Villa (Oviedo), Pliegos poéticos (Almería), La hamaca de lona (Madrid), Ala de mosca (Badajoz), Hembras (Huelva ), Aula literaria de Logroño (Logroño), Poemash (Fanzines Vinalia Trippers, León)

PRÓLOGO:

Conservo nítido aún mi primer encuentro con Eva en un garito de Punta Umbría, pues fue gozoso en lo que supuso de suma personal y francamente negativo en mi incipiente carrera literaria, que por aquellos días intentaba beber aguas feroces que sumergían islas implacables.Nunca oculté mi gusto por lo lascivo ni pude callar mi boca o sujetar mis gestos ante cualquier situación extraña o sobresaliente, y aquella noche -la noche que conocí a Eva- era absolutamente propicia para la verdad desnuda y el exabrupto.

Eva leyó versos rojos, hirientes, descarnadamente lúbricos. Yo diría que aquella noche Eva se folló sus versos en un coito largo y desatado para gozo de casi todos los presentes que, algo tomados y presos del asombro, la hicimos nuestra para un “nunca jamás” de esos que duran tres minutos. Hasta aquí lo sobresaliente que me empujó a aplaudir y a desear a la vez, e incluso a replantearme mi apuesta poética, que por aquellos años nadaba aires confesionales de tono medio.

Lo extraño se estaba gestando en un rincón oscuro del garito, donde una Isla Correyero poseída por su papel de diva conseguía dar forma a su rabia para terminar gritando al público con cierto tono de rencor y desprecio: “Aquí el primer coño es el mío”, dando el pistoletazo de salida para la hermosa carrera literaria de Eva Vaz y provocándome el grito y la huida de aquel lugar que había sido magia hasta entonces, perdiendo de un plumazo, como he apuntado, mi ridícula calidad de feroz -o quizás ganándola definitivamente.

El tiempo, sumo hacedor de entuertos y desentuertos, padre sabio de lo azaroso y de lo inconcreto, loco feliz y desatado, me dejó caminar pasos comunes con Eva -pasos que calzaban admiración y afecto-, y supe con la debida distancia cómo crece un poeta, cómo se hace y se deshace, cómo se retuerce hasta madurar.

Conocido el perro, fui a su rabia y me la bebí a tragos y la regurgité y la he saboreado con los años buscándole el bouquet, el cremor, la angostura, el poso… y siempre encontré cierto temor por mi parte hacia la mujer y el desatado poeta que lleva sobre su espalda intentando arrancarle el corazón y el alma.

Sin rubor, pero con una vergüenza torera envidiable, Eva pone el acento en lo femenino con una desgarrada sensibilidad que quiere esconderse tras el exabrupto y la palabra hiriente. No es esta una propuesta novedosa, por supuesto, pues viene siendo transitada por multitud de poetas desde que el buen Marcial o el mejor trabado Catulo acertaron a escribir la rabia con justas palabras. La singularidad de la poesía de Eva radica fundamentalmente en su condición de mujer y en la actualidad temática, yo diría que casi notarial, de los horrores de su tiempo -horrores graves y a la vez pequeños, individuales, femeninos; horrores muchas veces de andar por casa-. A esta marcada tendencia, que podríamos llamar “gore”, dentro de la poética de Eva, se suma un ingrediente que formalmente funciona a la perfección y eleva sus poemas potenciándolos en calidad lírica. Ese ingrediente es “la ternura”, que consigue bajar el volumen de la fuerte tensión poética con la que siempre juega Eva, evitando así el peligro de caer en la dureza monocolor.

De este tratamiento creativo del trasunto poético nacen piezas que, para empezar, jamás te dejan indiferente, pues juegan sabiamente en un espectro que va desde la degradación moral hasta la candidez, pasando por la nítida belleza. Y ya es bastante que tal y como corren los tiempos literarios existan poemas que no dejen indiferente al personal de tropa… pero no es suficiente tal consecución en nuestra creadora, pues a ese sobresaliente modo de atraer la atención del lector/oyente se suma la rara capacidad de jugar con el sentimiento reflejo del diletante, convocando la lágrima junto a la sonrisa, el terror junto al sosiego, la mirada cándida junto a la más lasciva, el asombro junto a la indiferencia, el miedo junto a la paz interior… y todo de un plumazo.

Si a ello sumamos que la obra que hoy se presenta nos ofrece una cara más de esta mujer poliédrica, una extraña cara hecha en lo doméstico -absolutamente sorprendente-, podemos decir -yo puedo decir, perdón, porque cada uno es muy libre de decir lo que le venga en gana- que estamos ante una creadora racial que de seguro nos deparará infinitas sorpresas en su itinerario creativo.

Y Eva no es feroz -la feroz es la vida-, su coño no es ni azul ni el primero -es un coño colectivo; el de tantas mujeres…-, su poética no es de la experiencia -es experiencia de la poesía-, la emoción no pisa sus versos -la pisan los que los paladean-… En fin, que Eva es una mujer con todas las de la ley; y no es poeta, porque los poetas son una pandilla de maricones en el peor sentido de la palabra.

Y eso, que a “vever bersos”.

Luis Felipe Comendador

POEMAS:

ESTIGMAS

Ella tenía una libreta
dónde recogía
los insultos de él.
Cuando discutían,
ella sacaba la libreta.
Él crujía los huesos
de sus manos.
Y comenzaban a insultarse.

En una de las escenas
a él no le dio tiempo
de crujirse los huesos.
Ella no escribió
nada
en la libreta

Se escribieron
las frases más contundentes
con la mano abierta.
Y las uñas.

Ella no sabe cómo
se escribe
eso
en la libreta.

Ahora pinta,
con maquillaje oscuro
sobre el estigma.
para que no
se note.

Su hijo utiliza
ahora
la libreta
para pintar casitas.

La maestra le ha dicho
que sus casitas
son muy raras.

No tienen ventanas.
Ni sol.